Un gran porcentaje de nuestra sociedad siente que las clases de inglés que recibieron en su infancia, además de tremendamente aburridas, fueron completamente ineficaces. No es de extrañar, por tanto,que los profesores de inglés de hoy siempre estén en la búsqueda de nuevas formas de hacer que sus clases sean más dinámicas y atractivas para sus alumnos. En la Casita de Inglés, entendemos la importancia de no solo enseñar el idioma, sino también de hacer que el proceso de aprendizaje sea emocionante y participativo. Aquí compartimos algunos consejos para hacer que tus clases de inglés para niños sean divertidas, estimulantes y, sobre todo, eficaces.

1. Temática global como punto de partida

Partir de una temática global proporciona un contexto significativo para el aprendizaje. Esto no solo ayuda a los niños a comprender mejor el vocabulario y las estructuras gramaticales, sino que también los motiva al involucrarse en el tema. Por ejemplo, si estamos hablando sobre animales, podemos aprender vocabulario relacionado con la selva, la granja o el océano, y usarlo en todas las actividades.

2. Incorporar rutinas que impliquen movimiento

Integrar actividades que impliquen movimiento es esencial para mantener el interés y la energía de los niños durante la clase. Juegos de correr, pequeñas coreografías, o incluso actividades de yoga adaptadas al aprendizaje del idioma pueden ser excelentes opciones. Estas actividades no solo ayudan a los niños a liberar energía, sino que también refuerzan el vocabulario y las estructuras gramaticales de una manera divertida y natural.

3. Utilizar nuestros sentidos

Cuanto más involucremos los sentidos de los niños en el proceso de aprendizaje, más efectiva será la enseñanza. Las bandejas sensoriales con elementos enterrados en arroz, juegos de emparejar palabras según el olfato o el sonido que generan, son solo algunas de las formas en que podemos aprovechar los sentidos para enriquecer la experiencia de aprendizaje. Estas actividades no solo son divertidas, sino que también ayudan a los niños a desarrollar una comprensión más profunda del vocabulario y las estructuras gramaticales.

4. Fomentar la expresión creativa

La creatividad es fundamental en el proceso de aprendizaje de un idioma. Alentar a los niños a expresarse libremente utilizando el vocabulario y las estructuras gramaticales aprendidas durante la clase les brinda la oportunidad de practicar de manera auténtica y significativa. Esto puede incluir actividades como dramatizaciones, dibujos, gestos, canciones improvisadas o incluso la creación de historias originales en inglés. Permitir que los niños exploren y desarrollen su creatividad les brinda un sentido de logro y confianza en su capacidad para comunicarse en el idioma.

5. Inmersión total en inglés con acento nativo

Es crucial que la clase se desarrolle 100% en inglés, y sería aún mejor que el profesor tenga acento nativo. La inmersión total en el idioma proporciona a los niños un entorno auténtico para practicar y mejorar sus habilidades lingüísticas. Además, escuchar a un hablante nativo les ayuda a familiarizarse con los sonidos y entonaciones del idioma de una manera natural y efectiva. Esto les permite desarrollar una pronunciación precisa y una comprensión auditiva sólida desde una edad temprana, sentando una base sólida para su futuro aprendizaje del idioma.

En resumen, hacer que una clase de inglés para niños sea divertida y efectiva requiere una combinación de elementos: partir de una temática global, incorporar rutinas que impliquen movimiento, aprovechar nuestros sentidos, fomentar la expresión creativa y garantizar la inmersión total en inglés con acento nativo. En la Casita de Inglés, además de desarrollar una metodología propia, nos comprometemos a proporcionar recursos y apoyo a nuestros profesores para que puedan crear la experiencia más enriquecedora posible para nuestros alumnos.