Y como cada año, una vez superada la resaca de la vuelta al cole, llega la primera gran fiesta del curso -que además, hemos de confesar que es nuestra favorita- Halloween!

Será por nuestros orígenes estadounidenses, será porque la sentimos tan nuestra o será porque nos sulibeya el otoño, lo cierto es que, en Halloween lo pasamos fenomenal; los disfraces, los esqueletos, los monstruos y lo mejor de todo, ¡las calabazas! Y precisamente este año, en torno las calabazas, hemos montado un sarao que tiene todas las papeletas para convertirse en el mejor plan de todo el mes de octubre.

Será una actividad inolvidable para hacer en familia, en el campo y en inglés: os ofrecemos un planazo en familia que consiste en a ir a una finca ecológica enorme a recolectar calabazas directamente de la tierra para, posteriormente, realizar un par de talleres en inglés con nuestros fantásticos profes nativos; en uno de estos talleres decoraremos nuestras calabazas al más puro estilo halloweenesco a lo Tim Burton y en el otro realizaremos otro tipo de decoraciones de Halloween. Después, el que quiera, podrá quedarse a comer una paella en el campo, elaborada por las expertas manos de Hugo, el dueño de la finca. Es decir, vamos a pasar un fantástico día en el campo, hablando inglés, recolectando calabazas ecológicas y aprendiendo un poco más sobre esta divertidísima fiesta.

Lo de recolectar calabazas en Halloween, aunque no es muy habitual por estas latitudes, es uno de los planes más tradicionales que forman parte de esta fiesta en los Estados Unidos: el famoso “Pumpkin Patch”. Además de disfrazarse, decorar la casa y hacer el Trick or Treat (truco o trato), unos días antes al 31 de octubre, los niños cogen las calabazas con sus propias manos, eligen sus favoritas y las decoran. Siempre pensamos que esta es una de las mejores partes de estos días.

Nos parece realmente bonito incorporar estos pequeños rituales que forman parte de una tradición que originalmente no era “typical Spanish” pero que hemos sabido adoptar con toda su magia. Porque Halloween no es sólo vestirse de esqueleto e ir por ahí dando sustos, es una maravillosa oportunidad para crear nuestras nuevas tradiciones familiares y pasar tiempo junto a los que más queremos.